El derrame pleural maligno es un acúmulo anormal de líquido con células cancerosas alrededor de uno o de los dos pulmones en un espacio llamado cavidad pleural. Este acúmulo generalmente produce dificultad para respirar (disnea), dolor de pecho y tos, disminuye la calidad de vida del paciente con cáncer. Es una complicación de varios tipos de cáncer.
¿Qué es el derrame pleural?
El derrame pleural, que a veces se le nombra equívocadamente como “agua en los pulmones” es
el acúmulo anormal de líquido en un espacio virtual (normalmente vacío) que se llama cavidad
pleural. La cavidad pleural está normalmente vacía y tiene la función de unir al pulmón con la
pared torácica (costillas) para permitir el proceso de la respiración. Esta cavidad pleural puede
verse afectada por trauma, infecciones, inflamaciones, cáncer, etc. Y se puede llenar de aire
(neumotórax), sangre (hemotórax), líquido inflamatorio (derrame pleural infeccioso), pus
(empiema) o líquido con células malignas (derrame pleural maligno).
¿Qué causa el derrame pleural maligno?
El derrame maligno es causado por la presencia de células malignas en la pleura (membrana que
tapiza los pulmones y la cavidad torácica interna) y por lo tanto se desprenden y pueden ser
detectadas en el líquido pleural. Hay varios tipos de tumores malignos que pueden producir esta
complicación, siendo los más frecuentes en mujeres el cáncer de mama, pulmón y ovario. En
hombres el más frecuente es el cáncer de pulmón, luego el linfoma y otros menos frecuentes
como germinales, riñón, tracto gastrointestinal. El mesotelioma es un cáncer que se origina
directamente en la pleura y puede afectar tanto hombres como mujeres.
¿Cómo saber si tiene un derrame pleural?
Normalmente puede empezar a sentir fatiga, falta de aire (disnea) al caminar que luego va
empeorando y se asocia a “dolor de pecho” tipo opresivo, puede haber tos.
El diagnóstico inicial se hace con una radiografía de tórax, generalmente se complementa con una tomografía de tórax para evaluar el estado de la pleura y la presencia de tumores o ganglios en el tórax o en la cavidad pleural.
¿Cómo se hace la confirmación del derrame pleural maligno?
Normalmente se realiza una toracentesis que consiste en la extracción de líquido pleural para
mandar a realizar el análisis a laboratorio y a patología para detectar células malignas. Este
procedimiento lo realiza el neumólogo, el radiólogo (con ultrasonido) o el cirujano de tórax.
En ciertas ocasiones se debe recurrir a una vídeotoracoscopia diagnóstica (operación) donde se introduce una cámara en la cavidad pleural y se obtienen muestras (biopsias) de la pleura o de tumores en el pulmón o en los ganglios linfáticos. Este procedimieno lo realiza el cirujano de tórax.
¿Cómo se trata el derrame pleural maligno?
Por lo general debe drenarse todo el líquido acumulado a través de la colocación de un drenaje
grueso (tubo de toracostomía) que lo realiza el cirujano de tórax o por medio de la colocación de
un catéter de drenaje pleural más delgado que lo coloca el radiólogo o el cirujano de tórax. Luego
de evacuar el líquido y siempre que el pulmón expanda adecuadamente se realiza un
procedimiento que se llama Pleurodesis.
¿En qué consiste la pleurodesis?
Este procedimiento consiste en la instilación de una sustancia química (pleurodesis química) en el
espacio pleural afecta con el fin de producir una inflamación severe y posterior cicatrización
(esclerosis) del espacio pleural, el cual termina ocluyéndose y ya no permite acúmulo de líquido. El
agente más comunmente utilizado es el tálco de grado médico, también se puede utilizar
Tetraciclina o Doxiciclina (antibióticos), Bleomicina (antitumoral) o Yodopovidona (solución
antiséptica). El tálco es el agente más efectivo y se introduce generalmente en suspensión con
solución salina através del tubo o se puede aplicar directamente durante el procedimiento de
vídeotoracoscopia como aerosol. Normalmente se retira el drenaje a las 18 a 24 horas despues de
la instilación y se espera una efectividad en más del 90 % con talco o Yodopovidona. Con los otros
fármacos la efectividad es menor, alrededor del 60 – 70 %.
¿En qué consiste el drenaje pleural permanente?
Cuando la pleurodesis falla o el pulmón está atrapado (no expande) y por lo
tanto el espacio pleural no puede ser obliterado se puede colocar un
drenaje permanente que consiste en un catéter delgado que va tunelizado
en la piel y posee un tapón de un material antibacteriano por o que puede
dejarse colocado durante mucho tiempo. Este drenaje se conecta a un
reservorio especial que crea vacío (succiona el líquido)